FUGITIVOS
fotografía
Imagine que los caminos adquieren cualidades, valores y emociones humanas… de hecho, los caminos son más humanos de lo que parece, nos controlan de la misma manera como los controlamos ellos. Nos guían sobre conductos cerrados desde los cuales nos muestran el mundo, y nos cuesta mucho salir de sus hipnóticos trayectos. Ahora bien, ¿que sucedería si estos caminos decidieran huir?
Yo, en mi caso personal, creo que me iría con ellos, los perseguiría. Sin caminos no hay tiempo de recorrido, ni contemplacion, y no habría eso que llaman “desplazamiento del pensamiento”.
Durante el camino, hay un trayecto muy corto de memoria, ¿como era ese árbol que pasó? Y ese horizonte, ¿cómo abrazaba al paisaje? Al menos no se trata de un pensamiento ordenado del tipo: muévelo 10,3 centimetros a la derecha… o lávate bien los dientes.
Pienso en el recuerdo corto sobre el paisaje. Pienso en una imagen que sugiere el lugar pasado. Pienso en dibujos, en pinturas, en una expresión que solo la pueden dar los caminos, con su particular velocidad interior, junto con el color del paisaje que desaparece como si huyera hacia la noche en la oscuridad.